
Shirley Irvin escuchó un comentario que interpretó como grosero sobre su bisnieto recién nacido, por lo cual se hizo de palabras con Carole Alberts, la otra bisabuela del bebé en cuestión.
Las alegatas degeneraron en violencia y la bisabuela Shirley empujó y golpeó a Carole, dejándole "una marca en el brazo".
Aunque los familiares más jovenes trataron de separarlas, la señora Irvin lanzó su mejor golpe, el cual tumbó el aparato para la sordera del oído de la otra septuagenaria.
Los encargados de seguridad del hospital terminaron por echar a ambas mujeres y Shirley Irvin tendrá que asistir a la corte con cargos de asalto y acoso.
Con Información de sdpnoticias ✔ @javieroliverct
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