
Remo
Siéntate derecha con las piernas extendidas frente a ti. Puedes hacerlo en el suelo o incluso sentada en la cama, pero es mejor tener una superficie cómoda debajo tuyo para que puedas colocar el cuerpo en una mejor posición. Trata de estirar tus brazos hacia el frente de tu cuerpo, las puntas de los dedos de tus manos deben apuntar hacia los dedos de tus pies con los brazos bien extendidos. Inhala y luego inclínate ligeramente hacia atrás en un ángulo de 30 grados aproximadamente, exhalando. Haz una pausa e inhala. Inclínate lentamente exhalando en el momento en el que te colocas en un ángulo de 30 grados. Repite este ejercicio cuatro o cinco veces, asegúrate de mantener la espalda recta y la cabeza alineada con la espina dorsal.
Rotación de hombros
Nada hace que la sangre llegue con fuerza a unos hombros tensos por la mañana como un ejercicio de rotación de hombros de yoga, que puede hacerse sentado en el piso o en una silla. Coloca tus manos sobre tus hombros, la mano derecha sobre el hombro derecho y la mano izquierda sobre el hombro izquierdo, con tus dedos mirando tu cuello y tus codos apuntando hacia el suelo. Mientras inhalas gira tus hombros en un movimiento hacia atrás, concéntrate en juntar tus clavículas, pero sin sentirte incómodo. Lentamente gira los hombros hacia adelante a medida que exhalas haciendo un movimiento circular con ambos codos al mismo tiempo.
Extensión hacia adelante
Este ejercicio de yoga te ayudará a soltar tu espina dorsal y tus caderas además de darle vigor a la parte superior de tu cuerpo a medida que la circulación se va restaurando. Párate con tus pies separados a la altura de tus hombros, los brazos apretados por los codos frente a ti. Tu mano derecha deberá tomar el codo izquierdo, mientras tu mano izquierda toma tu codo derecho. Levanta tus brazos hasta que se aprieten sobre tu cabeza, inhala mientras lo haces. Debes contraer tus abdominales presionándolos hacia la espina dorsal. Lentamente dóblate hacia adelante, exhala al mismo tiempo que intentas dejar caer tus brazos hacia el suelo. El objetivo a largo plazo es poner tu cabeza lo más cerca posible de tus rodillas. Relájate en esta posición, siente cómo la sangre fluye hacia la parte superior de tu torso, la cara y la cabeza. Mantén esta posición hacia abajo durante un lapso de 15 a 30 segundos y luego muy despacio levántate hacia atrás para quedar en posición recta, vértebra por vértebra. Tu cabeza debe ser lo último que levantes. Lentamente separa los brazos, realiza una rotación de hombros inhalando y exhalando. Ejecuta este ejercicio una o dos veces.
@javieroliverct
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