El comediante francés Rémi Gaillard quiso dejar atrás el estigma que tienen estos personajes de diabólicos y violentos, por eso decidió hacer una broma en donde un payaso deprimido engaña a varios transeúntes diciéndoles que se va a suicidar; cuando las personas intentan detener al 'pobre' payaso, este los sorprende lanzándoles un ponqué en la cara.