México, 14 de diciembre de 2017.- Inacción y negligencia es lo único que hay de parte de las autoridades de Chiapas y del Gobierno Federal para atender con urgencia la situación que están viviendo cinco mil indígenas tsotsiles por el desplazamiento forzado por parte de grupos armados, que aparentemente operan ante la mirada inoperante del gobierno chiapaneco en municipios como Chalchihuitán y Chanalhó.
El pasado 9 y 10 de diciembre habitantes y organizaciones cíviles acompañadas por el Grupo Sueco por la Reconciliación, realizaron la documentación de la violación a los derechos humanos de los pobladores de ambos municipios.
A pesar de lo difundido por el gobierno de Manuel Velasco Coello, quien dice estar resolviendo esta problemática,las organizaciones "evidenciamos una crisis humanitaria: personas enfermas debido a la situación de desplazamiento, la falta de medicamentos y de una atención médica urgente y adecuada; carencia de alimentos apropiados a la cultura y a una alimentación sana, así como condiciones de salubridad en general que no solamente vulnera el derecho a una vida digna, sino que incluso ponen en riesgo la vida de las personas desplazadas".
Ejemplo de ello, es la muerte de miembros de la comunidad indigena que falleció recientemente como consecuencia de las bajas temperaturas, al no contar con un lugar para resguardarse del intenso frío que impera actualmente en la región.
Los demandantes exigen al Estado mexicano que reconozca la situación de emergencia y desplazamiento forzado de los habitantes de Chalchihuitán y Chenalhó, para su atención integral de acuerdo al marco legal y a la normativa internacional de derechos humanos.
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