Un hombre llega a su casa y encuentra la puerta de la casa abierta de par en par. El perro de la familia evidentemente no estaba en el jardín. Al entrar, se encontró la casa vuelta un caos. La sala estaba colmada de ropa y los adornos estaban rotos y tirados por el piso; en la cocina estaban los niños que se encontraban sucios de dulces y restos de comida; la nevera estaba abierta y el mercado tirado por el piso, los platos y recipientes rebosaban el lavaplatos y la comida del perro estaba tirada por el piso.
Él la miró confuso, y le preguntó: "¿Qué ocurrió aquí hoy?", ella sonrió una vez más y le respondió "¿sabes todos esos días que llegas a la casa del trabajo y me preguntas qué hice durante todo el día?", sí, fue la respuesta incrédula de su esposo. Ella contestó, "Bueno, hoy no hice ninguna de esas cosas". ¿Interesante no es así?, a mí me fascino.
Muchos hombres a través del tiempo han considerado que el quehacer hogareño no es igual a salir de casa y trabajar en una fábrica o una gran compañía, ¡cuán equivocados han estado al respecto! Ellos no han tenido en cuenta que incluso hay mujeres que para sostener a sus familias o a ellas mismas, cobran un salario semanal por llevar a cabo esas labores. Así que el trabajo que hace la mujer en casa mientras el esposo sale a laborar SÍ QUE ES UN TRABAJO.
Hombres y mujeres cuando se casan no solo lo hacen porque se aman, a la larga van uniendo fuerzas y se van complementando el uno al otro en todos los aspectos de la vida.
Por esa razón, no se debe menos preciar la labor del compañero. El trabajo de tu pareja puede ser muy humilde o muy glorioso, pero sin ese trabajo no podrían tener muchas de las cosas que tienen, cualquiera que sea el sueldo que gane, ya que el dinero que ingresa es el que paga las cuentas, la comida y el estudio de los hijos. Quizá ese pequeño detalle a veces pase desapercibido para algunos.
Una invitación cordial para que no te pase lo que al hombre de la anterior narración, te extenderé acá una invitación con algunos puntos que pueden ayudarte a valorar la existencia de tu cónyuge en tu hogar y en tu vida.
Aprecia la labor de tu cónyuge
- Créeme que cada pequeño detalle lo hace con mucha dedicación y amor
- Sé agradecido con cada pequeño o gran detalle
- El día que no tengas esa pequeña "cosa" vas a echarla de menos.
- Ama el lugar que tu compañero ocupa en tu hogar
Reflexiona acerca de lo que sería de ti y de tus hijos sin tu compañero en tu vida o en tu hogar
La pareja es un equipo y sin tu compañero la carga sería doble, no solo en el orden de la casa sino también en la crianza de los niños, entre otros.
Deseo que con lo que has leído en éste artículo no solo te rías un poco y relajes de tu día agitado, sino que además después de leerlo, te levantes del escritorio y vayas a donde está tu pareja, o incluso tus padres y le des un fuerte abrazo y les expreses cuánto les amas y agradeces lo que han hecho por ti. Quizá ya mañana no estén contigo.
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Con Información de MUNDO WTF @javieroliverct
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